Una adolescente de Northampton, Londres, sufrió un abuso sexual cuando aceptó conocer en persona a un depredador que la había estado acosando sexualmente en la red.
Kyle Gibbons, de 23 años, manipuló a su víctima de 14 con conversaciones de contenido sexual explícito. Después de contactar con ella en un salón de chat para adolescentes comenzó a bombardearla con cientos de mensajes enviados al Messenger. En las conversaciones mostraba una actitud agresiva y dominante, empleando un vocabulario ofensivo y degradante para las mujeres.
Tras sufrir grooming varios meses, la chica accedió a conocer al acosador en persona. Según las declaraciones ofrecidas por la adolescente a la policía, Gibbons quedó con ella y fue a buscarla a su casa, condujo hacia una zona apartada en el campo y allí aprovechó para violarla. Se trató de una acción “muy violenta y dominante”.
En el juicio, el abogado Matthew Lowe describió a la víctima como una chica más vulnerable que la mayoría de jóvenes de su edad. Tal y como explicó Lowe: “El acusado quedó con ella para realizar exactamente el tipo de acto sexual que había descrito en los mensajes que le enviaba al Messenger, de carácter agresivo, brusco y dominante».
El caso pudo salir a la luz después de que la joven le contara a una cuidadora del colegio lo que le había pasado, y una revisión médica pudo corroborar los daños que había sufrido por la agresión sexual. El juez Christopher Metcalf coincidió con la opinión del abogado Lowe en que era una chica “inteligente pero emocionalmente frágil”, ya que demostró ser realmente ingenua al quedar con un hombre que la estaba acosando por Internet.
Gibbons fue detenido por violación, pero tras declararse inocente se le atribuyeron varios cargos acusándolo de haber tenido un encuentro sexual con una menor después de haberle hecho grooming. Ha sido condenado a cinco años de cárcel y quedará inscrito de por vida en el Registro de Agresores Sexuales.
Lo impactante de este caso es que el grooming cruzó la línea al llegar a producirse el encuentro en persona. Gibbons pudo cumplir las amenazas sexuales debido a que la víctima accedió a quedar con él. Si la joven hubiera denunciado al depredador por el acoso online podría haber evitado esa experiencia tan traumática. Por ello es tan importante pensárselo dos veces antes de quedar con alguna persona que hayamos conocido en la red y tener la certeza de que no nos llevaremos una sorpresa desagradable.
Alexandra Rodríguez (En Twitter: @AlexaRCifre)
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